domingo, 27 de abril de 2014

American Beauty: del sueño americano a la felicidad

Título original: American Beauty
Nacionalidad: Estados Unidos
Duración: 122 minutos
Año de producción: 1999

Director: Sam Mendes
Guión: Alan Ball

Reparto: Kevin Spacey, Annette Bening, Thora birch, Wes Bentley, Mena Suvari, Chris Cooper









"The American Beauty Rose can be produced in the splendor and fragance which bring cheer to its beholder only by sacrificing the early buds which grow up around it. This is not an evil tendency in business. It is merely the working-out of a law of nature and a law of God." 
                                                                                                          
           - John D. Rockefeller Jr.


la "American Beauty" es una variedad de rosa cultivada artificialmente para tener una apariencia perfecta. Es un título más que afortunado para esta película: no sólo representa una forma preconcebida de lo que debe ser la belleza; es también objeto de una celebre analogía de sus virtudes con el capitalismo americano y sus valores por un miembro de la familia Rockefeller. Es un título irónico puesto que expone la superficialidad del sueño americano y sin embargo, señala al mismo tiempo el tema que la película busca explorar más allá de las artificiales concepciones que se le atribuyen con tanta facilidad: ¿Qué es la belleza? ¿Qué significa apreciarla? ¿Qué es la felicidad? ¿Cómo acceder a ella? 

Las rosas aparecen constantemente como el elemento más
emblemático de decorados impecables y profundamente
superficiales.
American Beauty propone una valiosa reflexión en torno a preguntas que nos son urgentes. 
Por lo tanto, encontramos dos dimensiones en esta película, y cada una alimenta la reflexión que se construye sobre la otra. Por un lado, es una crítica a la vida en los barrios residenciales americanos. Por otro, una conmovedora historia sobre la felicidad y sus formas. 

Kant definió la belleza como cualquier cosa que se contempla con placer con independencia de su interés material. Es lo que recuerda Umberto Eco cuando habla sobre arte y deseo: para él, la modernidad, que había inventado la asociación entre arte y belleza, ve su modelo entrar en crisis con las vanguardias del siglo XX: a partir de ese momento, la belleza escapa del círculo de la filosofía y del arte para pasar al mundo de la comunicación de masas, pero confundida con el deseo. Hay que comprender la diferencia entre deseo y belleza: precisamente, American beauty habla sobre una perversión en la concepción tanto de la belleza como de la felicidad. En el mundo norteamericano de finales del siglo XX, encontramos una sociedad que confunde la felicidad con el poder adquisitivo. El éxito económico y la apariencia se han convertido en valores sociales imprescindibles. 

Dentro de este escenario, conocemos el vacío existencial de personajes que se aventuran (o se resisten) a apreciar la vida desde una perspectiva más humana. Lo que hace esta película a través de ellos es una disociación progresiva de la belleza con la apariencia. En su aventura, unos lo logran y otros fracasan; cada uno tiene un papel imprescindible para la trama y la construcción integral de su mensaje. Son todos víctimas del American Dream. 

"Jane´s a pretty typical teenager: angry, insecure, confused.
 I wish I could tell her that it is all going to pass.
 But I don´t want to lie to her."
 
Jane Burnham - Insegura y enojada, es el arquetipo del adolescente norteamericano que empieza a conocer la vida. Antes de cruzarse con Ricky, se encuentra en el camino hacia la superficialidad: ahorra para una operación de senos, se maquilla y participa en eventos escolares. Todo sin entusiasmo. Además, se conforma con una relación un tanto utilitarista con su amiga Ángela. Odia a sus padres y se avergüenza de ellos sin esconderlo. Aunque no arregla ninguna de estas relaciones, termina por enamorarse de Ricky. Esto le permite liberarse de sus miedos y asumirse como una persona diferente. A través de la sensibilidad de su novio, aprende a ver belleza en sí misma. 

"My business is to sell an image, and part of my work is to
live that image."
Carolyn Burnham - Falsa y frustrada, se aferra a valores vanos con obsesión. Para ella, aparentar equivale a ser: se repite que para ser exitosa, debe proyectar una imagen de éxito. Esta obsesión la lleva a rechazar todas las oportunidades que se le presentan para cambiar. Su esposo es la única persona que recuerda a una mujer alegre y feliz, a quién los años convirtieron en una marioneta vaciada de vida. Sus intentos por superar su situación la condenan al fracaso: dependen todos de los mismos valores superficiales que la oprimen. 

"What a sad, old man you are."
Coronel Frank Fitts - Estricto, seco e intolerante, este personaje ha construido una violenta máscara con la cual esconder su homosexualidad. Su machismo estereotipado debe de ser extremo para ocultar su origen. Esto lo lleva a vaciar a su esposa de toda personalidad y a expulsar a su hijo de su vida tras sospechar actos homosexuales. El único momento en el cual se abre y se permite ser vulnerable termina en frustración: al ser rechazado por Lester, su única alternativa es matarlo. Su miedo a ser auténtico lo condena a mostrarse como su opuesto diametralmente.

"I think the worst thing in the world is to be ordinary."
Ángela Hayes - Cumple con todos los requisitos para ser perfecta según los cánones de belleza a los cuales se adhiere. Incluyendo el carácter falso y superficial de tales valores. En realidad, es una chica asustada e insegura; incluso en el más cabal cumplimiento de tales condiciones se es una persona vacía. En este caso, su momento de vulnerabilidad la libera de una carga. Al confesar su virginidad a Lester, se permite por primera vez ser auténtica. Así, forma parte de un inesperado y emotivo intercambio de palabras con él: le pregunta cómo se siente, y se muestra contenta por la felicidad de Jane.

"Sometimes there´s so much beauty in the world. I feel like
I can´t take it. And my heart is just going to gave in."
 
Ricky Fitts - Seguro y diferente, Ricky cumple la función de observador. Es al inicio el único capaz de apreciar la belleza en todo lo que sucede a su alrededor. Mientras unos luchan por adecuarse a su entorno, él lo contempla. La felicidad es una forma de la belleza; debe ser vivida, sentida. Su profunda sensibilidad le permite apreciar su propia situación familiar con serenidad, y considera al miedo como un sentimiento absurdo. Por ello enfrenta la muerte con una curiosa tranquilidad; sea la de una vagabunda, un pájaro, o la de su vecino, ve en estos sucesos las más impactantes manifestaciones de la belleza en el mundo. Esta es finalmente una forma de percepción.


"-When you see something like that, it´s like god is watching right at you, just for a second. 
And if you´re careful, you can look right back.
-And what do you see?
- Beauty."

"It´s the weirdest thing. I feel like I´ve been in a coma for
about 20 years. And I´m just waking up."
Lester Burnham - Es el personaje principal de la película. Partiendo de una vida miserable, emprende una aventura que lo lleva a la felicidad. Burnham es un hombre que ha permitido que su esposa, su trabajo y su edad lo conviertan en un ser sedado. Ángela (un estímulo un tanto superficial) le otorga la voluntad de cambiar su vida. Poco a poco, y para el horror de su familia, escapa de lo convencional. Al enfrentarse a las actitudes manipuladoras de su mujer, recobra vida. Al mismo tiempo, recupera interés por quién lo rodea. Recuerda la alegría que la vida arrebató a Carolyn y a Jane y las invita a acompañarlo (sin mucho éxito). Lester aprende a dirigir su atención y su vida a ciertos elementos más propios de la felicidad. Morir no es un problema. En realidad resulta intrascendente cuándo se da cuenta de que ha aprendido a ser feliz. 

Otro tema que plantea la película es el del problema de la comunicación. En gran medida, los personajes permanecen ignorantes ante los demonios de los demás. Jane nunca se entera de que su padre ha cambiado, ni de que se preocupa por ella, ni de que Ángela es capaz de de ir más allá de la superficialidad. Ricky no sabe que el rechazo de su padre es una manifestación más de sus fobias. Y al final sólo Ángela y Ricky aprenden que Lester fue feliz. Es una situación desafortunada en cierta medida, pero necesaria. Es a través del conflicto (cuya consecuencia es la irreconciabilidad) que cada uno reconoce en la otredad el mal que aqueja a todos.  

American Beauty es una denuncia de los innecesarios valores que la sociedad de consumo ha enaltecido, precipitando la perversión de otros tan sencillos e indispensables como la felicidad. Es un recordatorio para hacernos las preguntas adecuadas y adoptar actitudes sinceras. La autenticidad es una condición para la felicidad. La belleza existe en la medida en que es contemplada. 
"It´s hard to stay mad when there´s so much beauty in the world. Sometimes I feel like I´m seeing it all at once, and it´s too much. My heart fils up like a balloon that´s about to burst. And then i remember to relax, and stop trying to hold on to it. And then it flows trough me like rain, and i can´t feel anything but gratitude for every single moment of my stupid little life."